Tiempo de Adviento.
Tiempo de espera y de esperanza en unos tiempos especialmente difíciles debido a la pandemia del COVID. Tiempos de separación de los seres queridos y tiempos de incertidumbre.
Sin embargo, ahí están las cuatro velas del Adviento que nos anuncian la venida del Niño Jesús. Porque a pesar de todo, Dios, un año más se hará hombre para compartir con nosotros nuestras penas y alegrías.
Solo un Dios que se ha hecho hombre como Jesús, puede comprender y amar a los hombres como Él.
A lo largo de los cuatro domingos de Adviento, los Evangelios y algunos personajes de la Biblia como Isaías, Juan el Bautista, José y María nos van a ir animando a caminar al encuentro de Jesús.
Que estas velas, nos ayuden a vivir este tiempo “en vela”, en una actitud vigilante para acoger en nuestros corazones el regalo más grande que nos puede dar Dios, que es su propio Hijo hecho hombre.
QUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Y que, cuando nazcas, yo pueda velarte
Para que, cuando vengas, salga a recibirte
Y que, cuando llores, yo te pueda arrullarQUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Para que, la violencia, de lugar a la paz
Para que los enemigos se den la mano
Para que la oscuridad sea vencida por la luz
Para que el cielo se abra sobre la tierraQUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Porque el mundo necesita ánimo y levantar su cabeza
Porque el mundo, sin Ti, está cada vez más frío
Porque el mundo, sin Ti, es un caos sin esperanza
Porque el mundo, sin Ti, vive y camina desorientado
QUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Prepara mi vida personal: que sea la tierra donde crezcas
Trabaja mi corazón: que sea la cuna donde nazcas
Ilumina mis caminos: para que pueda ir por ellos y encontrarte
Dame fuerza: para que pueda ofrecer al mundo lo que tú me dasQUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Entre otras cosas porque, tu Nacimiento,
será la mejor noticia de la Noche Santa
que se hará madrugada de amor inmenso en Belén.